El impulso creativo se vuelca en versatilidad y en una expresión personalísima. El disco, que él califica como una “autobiografía sonora”, lleva impresa la huella de su Lebrija natal y de sus viajes, junto a otras querencias (Rodrigo, Satie…). Todo este legado recibe un tratamiento muy diverso, técnica y estilísticamente. Guitarras cutaway y flamencas, púas, efectos, teclados… Su contemporaneidad no le impide sonar flamenco y gitano.